domingo, 26 de diciembre de 2010

Ahora sé quien soy

Hoy tranquila y sumisa escribo palabras que denotan esperanza, valentía, sosiego, un sin fin de calificativos que forman la nueva emoción que irrumpe en mi interior. Aún no sé definirla con exactitud pues es demasiado precipitado adjudicarle una etiqueta en estos momentos y prefiero dejarme llevar sintiéndola sin miedo. Este sentimiento es tan contradictorio a todos los que he experimentado anteriormente que me hace replantear mi forma de llevar la vida, fruto de ello son las ganas de vivir que presento estos días.
No recuerdo el porqué de mi antigua tristeza, no tenía motivos fructíferos para fabricar lágrimas de cristal, sin embargo, ella se convirtió en mi mejor aliada, quizás para llenar la soledad en la que me veía envuelta o tal vez porque necesitaba sentir algo, necesitaba sentir que seguía viva en ese mundo del que me rodeé sin expectativas; pero...¡Basta de melancolías!
Me quité la venda de los ojos que me mantenía a oscuras en este lugar tan maravilloso, al fin el cubo salió del pozo para llevar el agua a la realidad y poder regar las cosas que pasaban desapercibidas ante mis propias narices.
Ahora sé quien soy y puedo ser, ahora y más que nunca quiero luchar contra esos muros de algodón que me impedían ver más allá de mis fantasías. Ahora respiro sin tragar agujas, tan simple como cerrar los ojos y disfrutar de la esencia que me da los cinco sentidos: la brisa marina en mi piel, el calor del sol en mis mejillas, el olor a jazmín, el roce de una mariposa en mi pelo y la visión de la belleza de las buenas personas. Y es así como me doy cuenta de que soy feliz, que no tenía ningún motivo por el que llorar y lo único de lo que carecía era de la capacidad de disfrutar de todo lo que tenía y podía llegar a tener, pero que a su vez no conseguía obtener debido a mi sobrevaloración de esas pequeñas desavenencias que nos dan la experiencia y la madurez como personas. Ahora siento que quiero
reír, saltar, gritar, soñar, cumplir, amar, correr, abrazar, gozar, trabajar, en definitiva, quiero aprender a vivir.

El miedo, la incertidumbre, el caos, la decepción, la tristeza, son emociones que van quedando arraigadas en mi subconsciente para dejar paso a esta nueva emoción que forjará mi camino hacia un futuro más emprendedor lleno de ambición, buenos momentos y la satisfacción de haber aprovechado mi vida.

2 comentarios :

  1. Cada gota me hace más fuerte, me hace más fuerte cada traición, cada chisme me hace más importante! "

    Siempre listo
    "POSITIVA"

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  2. Positivaaaaaa!!! SIEMPRE ... y ahora mucho más.
    Gracias ^^
    He aprendido a que toda experiencia da una nueva sabiduría siempre y cuando sepas mirar su lado positivo.

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